A fin de que las personas afectadas por alguna limitación o discapacidad física puedan aumentar su autonomía, se han ideado una serie de aparatos ortopédicos adecuados a cada edad, malformación o necesidad.
Los aparatos ortopédicos siempre deben ser indicados por el especialista para evitar que se agrave el problema. Uno de los más populares y más utilizados es el andador, utilizado principalmente por personas mayores para caminar y desplazarse.
Los andadores son elementos de apoyo con una mayor estabilidad que los bastones. Pueden ser simples o con ruedas y deben estar adaptados al paciente. Permiten una marcha “a tirones”. Como las personas que usan andador deben tener suficiente fuerza en los brazos para levantarlo, no sería muy apropiado para las personas que sufren el mal de Parkinson. Algunos andadores son combinados y traen un dispositivo para las compras o una combinación con carrito para facilitar esta tarea diaria.
Hay una gran variedad de andadores en cuanto a modelos y marcas. Por ejemplo, encontraremos andadores graduables, plegables, con frenos, con asiento y con adaptaciones para subir escaleras.
Las personas que necesiten andador deben evaluar, antes de adquirirlo, si su uso será por un tiempo prolongado o breve, ya que existe la posibilidad de alquilarlo. Los beneficiarios de la Seguridad Social deberán gestionar una subvención para la compra del andador ortopédico.
Un elemento a tener en cuenta cuando un residente del hogar debe comenzar a usar andador es la arquitectura de la casa y las adaptaciones que deben realizarse para garantizar su seguridad. Por ejemplo, se deben eliminar escalones o desniveles y colocar rampas adecuadas. Existen pequeñas rampas portátiles y barras de sujeción que pueden instalarse en la casa sin mayores costos, y en cambio significarán un gran alivio para las personas con la dificultad y para sus familiares.
Foto: Jubydys