Es posible que los incisivos superiores o los premolares hayan dejado de crecer o que durante su crecimiento se hayan quedado “atrapados” en la encía y no puedan salir, lo que también se llama impactación. Las piezas que más suelen impactarse son los caninos superiores, los premolares y las muelas del juicio.
Para todas las situaciones enumeradas anteriormente, lo más usual es realizarse un implante o prótesis dental, que están reemplazando a las dentaduras postizas y poco a poco se están convirtiendo en la opción más demandada ante la necesidad de nuevas piezas dentales, ya que además la mandíbula tiende a encogerse ante la falta de piezas dentales, lo que dificulta la colocación de dentaduras postizas ya que éstas se deslizan y provoca irritación y dificultad al hablar y masticar.
Cada prótesis dental o implante está constituido por titanio y cuesta unos 900€ para pacientes que no tienen ninguna complicación de importancia, aunque este precio puede variar dependiendo del tipo de implante y del centro ortopédico o dental en donde se realice la implantación. La corona que se coloca sobre el implante suele costar unos 350€. Los implantes de titanio tienen la ventaja de que su anclaje al hueso se hace de forma mucho más fuerte incluso que los dientes naturales.
Una vez que se coloca una prótesis dental, se debe comenzar a masticar de forma gradual para que el implante vaya habituándose al ejercicio. Además, su limpieza debe ser totalmente escrupulosa y hacerla después de cada comida y con un cepillo suave para que no lo dañe. Debes acudir cada seis meses a tu dentista para hacerte una revisión y una limpieza dental a fondo para que se analice si debe ajustarse el implante.