Aunque no es sencillo, casi todos ellos han sido capaces de desarrollar trucos o maniobras para poder hacer una vida lo más normal posible.
Por suerte, hoy en día es más fácil moverse en tren o avión por España gracias a la ayuda que ADIF y AENA prestan en estaciones o aeropuertos, respectivamente, para poder llegar al asiento de la mejor manera posible. Y, una vez sentados, las complicaciones se reducen.
Por desgracia, no todos están adaptados. Y los que dicen o parecen estar, no son aptos para todas las personas con movilidad reducida. Con demasiada frecuencia encontramos escalones imposibles, accesos sin ascensor, complicados recovecos y, lo que es peor, habitaciones llenas de obstáculos en las que es ciertamente complicado moverse. Uno de los puntos que más destacan las personas con movilidad reducida es el caso de los baños. Y es que, aunque algunos están adaptados para las sillas de ruedas, quienes no van en silla pero caminan con muletas tienen muchos problemas para entrar a algunas zonas o utilizar duchas o ciertos lavabos.
Un diseño eficaz y pensado para personas con movilidad reducida no solo no supondría ningún coste extra, sino que sería prácticamente inocuo para las personas con total movilidad, lo que evitaría tener que reservar un cupo de habitaciones para las PMR (Personas con Movilidad Reducida). Un diseño sencillo, eficaz, universal y, además, más rentable. ¿Se puede pedir algo más?
Gracias a iniciativas como la de “Equalitas Vitae”, las personas que más sufren con las barreras arquitectónicas tienen un aliado a la hora de elegir sus vacaciones. Porque en “Equalitas Vita”, como en Ortopédica, apostamos por un mundo sin barreras para todos.